domingo, 17 de diciembre de 2006

una ensenanza inolvidable

Lo que he vivido hoy marcara lo que queda de mi vida. Peregrinando por lugares sagrados, encontramos un monasterio enclavado en las montanhas heladas del Tibet. Vi algo que nunca , nunca podre olvidar y que marcara mi destino y mi quehacer de aqui en adelante, si no en su forma, en su fondo.

Luego de caminar en silencio un buen rato por los patios y terrazas empedradas, entramos en la biblioteca del templo y vimos un ninho trabajando. Al principio parecia estar solo labrando madera. Luego se acerco su padre y juntos nos mostraron lo que estaban haciendo en realidad. El ninho estaba labrando escrituras sagradas en la tablillas y, sentado frente a el, su padre iba imprimiendolas con un rodillo entintado sobre papel. Mientras trabajaban, corazon con corazon, juntos cantaban oraciones en un tono bajo, profundo. No parecian dos personas sino solo una.

Luego de observarlos por un rato, los dejamos a solas, para no interrumpir con nuestra presencia ese espacio tan especial que generaban. Salimos a una pequenha terraza desde la que se dominaba todo el valle y les conte a mis hermanos, Vito y Rodrigo, la siguiente historia.

"Dos monjes hermanos vivian en un templo. Uno de ellos siempre estaba feliz, mientras que el otro siempre parecia afligido por algo. El segundo le pregunto a su hermano: Vivimos en el mismo monasterio, recibimos las mismas ensenhanzas, tenemos el mismo maestro. Tu siempre estas alegre, en cambio en mi corazon no hay paz. Por que es eso?
El otro le respondio: cuando oramos, yo siempre estoy dando las gracias. Tu siempre estas pidiendo"

Cuando termine de relatar la historia, una oleada de energia subio desde mi vientre y broto como un mar de lagrimas que deje fluir hasta que acabaron. No quiero poner demasiada cabeza en explicarlo, pero en ese llanto habia mucho del sufrimiento del mundo tratando de ser limpiado por mi corazon, penas propias guardadas y una cierta sensacion de plenitud y libertad pocas veces vivida. Senti que en el relato hablaba tambien de mi mismo, de mi corazon inquieto y siempre sintiendo que le falta algo para ser feliz, en vez de pararse mas a menudo a dar las gracias por todo lo que la vida le ha entregado en prestamo.

Mis hermanos, mis queridos hermanos Vito y Rodrigo, hicieron exactamente lo que mi alma necesitaba en ese instante. Se quedaron al lado mio, respetando y custodiando mi pena, sin tratar de consolar, sin tratar de cortar el llanto. Solo su presencia, fraterna y fuerte, eso era lo que yo queria.


Es la leccion mas hermosa que he recibido en este viaje. Creo que ese padre y su hijo son un ejemplo enorme para mi: me gustaria poder trabajar siempre cantando, rezando, teniendo a mi Fabian al lado, ayudando a que ensenhanzas de amor se desplieguen por el mundo. No es la forma de lo visto, es su esencia lo que me conmueve. Quiero que cualquier cosa que haga en el futuro pueda ser hecha alegre y meditando, ayudando a que el sol brille.

No tengo palabras para agradecer lo vivido, ni tampoco para expresar lo tocada que esta mi alma. Tal vez en mi silencio de los proximos dias logren escuchar los susurros de mi corazon.

Lucas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Lucas: Saludos a Vito y a Rodrigo. He estado leyendo tus post y concluyo que en China el hombre es como es sin disfraces ni dobleces. Convive lo sagrado con lo profano, lo sutíl con lo burdo, lo sublime con lo pedestre ... y así. En fin, lo humano sin disimulo alguno. No sé si será mejor, pero es más espontáneo. Buen viaje
Gato

Anónimo dijo...

Ay Lucas he leido lo que has escrito y he llorado tambien, me ha dado pena cuando nombras a Fabian, pues yo no estoy con mi hijo en estos días, se ha ido con su padre y tus palabras me han conmovido.
Marcela A.

Lucas Estrella dijo...

oh, mi querida Mercelita, de eso se trata nuestro oficio de ser padres y madres, de aprender a soltar...imaginate un mes y algo mas sin ver a mi Fabiancito...es el aprendizaje mismo de soltar y pensar que en algun momento, como yo, agarrara su mochila y se ira de mi mirada. Brindo por que asi sea. bendiciones para ti y tu hijo.
Lucas