Hace años escribí esta oración. Hoy vuelve a mi con fuerza:
A los Budas de los cuatro vientos
elevo mis plegarias
para que cada corazón encuentre el amor
cada hombre su camino
y cada discípulo su maestro
que los lazos forjados en la fragua de la luz
permanezcan a través de los siglos
y florezcan la lucidez,
la compasión y la valentía
antiguos tesoros de los guerreros diamantinos.
Lucas
viernes, 22 de junio de 2007
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