Sí, estoy donde quiero estar, pero...

Sí, estoy donde quiero estar. Pero ... no del modo que quiero habitar la vida. No hay espacio casi, no hay silencio, no hay reposo. Siempre en movimiento, siempre comunicando, siempre enseñando, siempre aprendiendo, siempre sudando, siempre lavando y volviendo a sudar. Corriendo desde el inicio del día hasta entrada la noche. No puede ser que el Excel de mis horarios y obligaciones guíe mi día. Quiero que mis ganas pesen más, que mis deseos tengan más espacio, que las obligaciones dejen un poco de terreno.
Así es que en eso estoy, en trabajar menos. Este es el primer fin de semana que no trabajo en meses...¡qué bien se siente!
Creo que esta vuelta lo aprendí: no hay peor tirano que uno mismo. Dejé hace años un puesto estable de un trabajo que no disfrutaba para ser más libre ... y a la vuelta de los años me encuentro prisionero de mi mismo. Puedo arguir que me traiciona mi pasión por hacer, por inventar, por probar. Que me embarco en una y otra cosa por "prendido", pero creo que se me hace necesario moderar mi paso. Al fin y al cabo, el exceso de fuego termina consumiendo la madera. Y no es donde quiero estar...no es como quiero estar en la vida.