Después de luchar contra bárbaros en tierras lejanas
o remar en mares oscuros
después de destripar gárgolas hambrientas de sangre
o después de la tormenta de granizo
no importa
el Guerrero siempre vuelve a casa
y hay un solo lugar donde el guerrero puede reposar
y volver a ser niño
y por una vez cerrar sus ojos
y dejar su atención permanente
y dejar que ella acaricie sus cabellos
y es en el vientre de su princesa
solo allí puede el Guerrero reposar
ay de quién no tenga adonde volver...
viernes, 1 de junio de 2007
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3 comentarios:
¿y si es el regreso lo que se estravía? ¿Cómo hace el guerrero para no perder el regazo en la memoria?
Hola Cata:
feliz de verte por estos lados!
El regreso es muchas veces largo...meses, años, cuanto más lejos, más larga la vuelta. Y más fácil extraviarse, es verdad.
Pero, si te entiendo bien, es precisamente en el regazo de su princesa que el Guerrero puede perder la memoria...de lo contrario se vuelve loco, loco de su lucidez y atención permanentes.
un abrazo,
Lucas
No importa cómo sea el regreso... lo importante es saber que se retorna....
Dichoso aquel que aún después de lamer lo más árido de la Madre Tierra en cada batalla, conserve la sabiduría de saber entregar y pueda sentir los regalos de la gran Existencia... en su propio silencio con la Vida...
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